No se necesita ser experto en los temas de geopolítica para coincidir que el mundo atraviesa por un momento complicado financieramente hablando.

La inflación se intenta controlar a través del aumento de tasas de interés, lo que se refleja en la disminución de la inversión.

Para el marketing este fenómeno implica problemas importantes ya que afecta la elección de productos por parte del consumidor, la lealtad a la marca se pone en riesgo, no solamente en la canasta básica, sino también a todo tipo de industria lo que hace que bajen las ventas de manera general.

Debemos generar nuevas estrategias que promuevan la trasparencia de los precios para generar en el consumidor sensación de satisfacción con una compra consciente que le permita mantener y reforzar la fidelidad en la marca.

Un consumidor se siente satisfecho al ahorrar dinero, por lo tanto, el reto es medir entre la marca y el precio del mercado de manera que el consumidor este satisfecho con la compra respecto a la competencia.

Otra lección muy importante que nos dejó la pandemia es invertir en marketig durante periodos de recesión económica ya que este tipo de estrategias te posiciona frente a tus competidores.

Son momentos de campañas 360º que te permitirán tener más participación en el mercado, recordemos que todas las crisis tienen su inicio y final pero siempre tenemos que estar pendientes de lo que expresan nuestros clientes y hacer un equipo de trabajo solido que este al pendiente de estos cambios constantes.