La indisciplina laboral es un problema que puede tener diversas causas y consecuencias en el entorno laboral. En algunos casos, esta conducta puede estar relacionada con afecciones neurológicas como la neblina mental, la ansiedad y la depresión.

Además, las transformaciones que ha sufrido el mercado laboral durante la pandemia pueden estar generando una falta de disposición de los empleados a volver a la antigua forma de trabajo. Esto, sumado a la falta de protocolos para atender a los trabajadores afectados por la reciente pandemia, puede estar exacerbando la indisciplina laboral.

Especialistas en gestión de talento han identificado tres tipos de indisciplina: retardos, robos e incumplimiento de tareas asignadas. Para evitar este problema, se deben establecer medidas preventivas y protocolos de atención a los trabajadores, además de fomentar una cultura de responsabilidad y compromiso en el entorno laboral.

Es importante destacar que la indisciplina laboral no solo afecta a la empresa o institución donde se produce, sino que también puede tener consecuencias en la salud mental y emocional de los trabajadores, así como en su rendimiento y calidad de trabajo. Por tanto, es necesario tomar medidas para prevenir y abordar este problema de manera efectiva en el entorno laboral garantizar el bienestar del talento.